Las cenas de empresa en Navidad son ya casi más típicas que los villancicos y los adornos. Ayer tuve la mía y la única diferencia que encuentro con España es que aquí la cena es a la hora de la merienda y que el amigo invisible se llama Secret Santa. Por lo demás lo mismo: evitar sentarse al lado de los jefes, tratar toda la velada de sacar conversación interesante (o al menos conversación) y mucho vino.
Aun así es curioso descubrir el otro lado de ese compañero que se sienta a tu lado y con el que no cruzas mucho más que un "buenos días". De repente, entre plato y plato, descubres que todo su antebrazo es un tatuaje y, en medio de una conversación (poco interesante) sobre en que época del año la gente engendra más hijos, que su orgullo es que los suyos son la consecuencia de dos post-conciertos: el primero de Metallica y el segundo de Motorhead.
La comida se quedó un poco escasa y el pavo navideño fue una decepción, pero de la banda sonora no tengo queja. En los postres sonó "All Day And All Of TheNight" de los Kinks y por un momento pensé que era un aviso de mi ser inmaterial de lo que me esperaba por delante... "... and all of the night..." Sin embargo un martes en Londres da poco de sí y aun no se como se dice en inglés "venga la última", así que esta vez no pudo ser. Maybe next time. Insert coin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario