jueves, 14 de junio de 2012

Um Contra O Outro (Deolinda)

En Oporto se respira la tranquilidad inquieta de las ideas que bullen en la cabeza, esperando su momento. En Oporto la decandencia está hecha de azulejos de colores y puertas cerradas cuyas llaves ojalá nunca encuentren las inmobiliarias.

En Oporto se siente el ritmo y la cultura brota en cualquier esquina, como una seta que aparece de repente a tus pies, tras la lluvia del sueño que se tuvo un día.

En Oporto hacen zumo de fresa con lima en una azotea y versionan a ritmo de bossanova el Hey de los Pixies; en Oporto un abuelo le cuenta a un niño los viajes que hicieron las gaviotas y una señora que sale de casa un domingo a tomar una copa solitaria se encuentra con la mejor noche de su vida: bailando rodeada de modernos al ritmo del rock de los 90.

En Oporto puedes no entender nada y sentirte lejos o rendirte a los encantos de portuñol, un milagro del lenguaje.

Si Oporto fuera un banda de música sería Deolinda, un grupo de música popular portuguesa inspirado por el fado y sus orígenes tradicionales pero que se sale de los clichés dejando a un lado la seriedad y el fatalismo de este género para hacer una música luminosa que habla de cosas cotidianas en la vida de los portugueses y de su forma de ser. Su música se inspira tanto en la música popular portuguesa de José Afonso, Sergio Godinho o Madredeus, como en la música griega, la ranchera mexicana, la samba, la música hawaiana o el jazz y el pop.


El nombre de Deolinda se refiere a un personaje de ficción creado por el grupo. Se trata de una joven poco atractiva que vive en un barrio social de Lisboa y que siempre se enamora de chicos que no le hacen caso. Este tipo de chica  protagoniza buena parte de las canciones.


En Oporto hay un San Antonio subido en una Vespa en un escaparate, dentro suena Deolinda y la dependienta canturrea mientras escribe en un papel el nombre de esta banda de "fado moderno" (dicho en portuñol). 
Insert coin.


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