Indignada. Sí, porque es 15M y también porque me cabreo cuando la villa de Madrid no da la talla. Nunca conocí una villa con tanta escasez musical en la celebración de la víspera de su santo patrón. Ayer, como de costumbre, a la 1 de la madrugada desenchufaron las Vistillas dejando a los madrileños abocados a un macrobotellón sin más fuste que el beber por el beber.
Queremos música, música popular, y quedó claro cuando la aparición espontanea de una charanga reclamó la atención y la energía de una multitud festiva. Charangas hay muchas, pero las hay con más clase y con menos, y la de ayer tenía mucho de eso. Lo se porque mientras la gente pedía incesante "Alcohol alcohol" y "Paquito el Chocolatero" hicieron oídos sordos y se arrancaron con "Bella Ciao", el conocido canto partisano italiano de los grupos resistentes contra el fascismo y el nazismo.
El sábado Goran Bregovic también tocó en directo su versión de este canto revolucionario en el festival Planeta Madrid. Hacer la revolución con la música y la poesía: una utopía, tal vez, pero que te hace sentir menos solo.
Hoy es 15 de mayo de 2012, un año más para el 15M y un año menos para el idealismo. Sin duda estamos peor, pero quiero seguir creyendo, solo hace falta que pensemos juntos, que nos unamos no para estar juntos, sino para hacer algo juntos. Quiero creérmelo. De momento, cantemos. Insert coin.
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